Febrero 07 2022

B: No sé cómo se empieza esto. Usted me tiene que hacer preguntas o yo tengo que empezar a contarle cosas?

M: Decime vos cómo querés que la conversación fluya. Sos más de hacer preguntas o de dar respuestas?

B: A decir verdad, ambas.

M: Entonces, la que te resulte más cómoda.

B: Creo que prefiero que usted me haga preguntas. No sé por dónde empezar.

M: Bueno, creo que la mejor pregunta con la que se puede empezar es: qué te trae aquí?

B: Ufff, quiero ser poético y decir que la vida me trajo aquí pero si me tocara dar un resumen, siento que es hora de mejorar en muchos aspectos humanos.

M: Para qué querés mejorar en esos aspectos?

B: Porque llevo años tratando de sentirme bien pero no hay resultados. Conecto con las personas, me adapto a mi entorno, trato de llevar una vida alejada de problemas y chismes pero parece que nada es suficiente. Todos los días es lo mismo.

M: Y de entrada, crees que eso es algo tuyo o de tu entorno?

B: Quiero darme cuenta primero si es algo mío. Si no lo es, quiero aprovechar el viaje para resolver cosas que tal vez no sé que están tomando espacio. No lo sé, es mucho.

M: Bueno, me gustaría decirte que el tiempo es nuestro pero, lamentablemente, no es así. Lo que sí te puedo decir que es nuestro son estos espacios donde decidís ser sincero. Eso es lo importante de cualquier conversación: estar abierto a que, sea lo que sea que vas a escuchar del otro, las cosas sean muy diferentes desde otras perspectivas.

B: Tampoco quiero abrumarla con muchas preguntas. La vida no se trata de preguntar a veces sino de encontrar nosotros mismos las preguntas y sus respuestas. Pero con una pequeña luz no creo que sea difícil.

M: No lo es, en lo absoluto. Lo que sí te tengo que advertir: van a haber respuestas que no te van a gustar. Van a haber consejos que no vas a seguir. Van a haber acciones que te van a parecer anti-vos, pero tenes que ver el trasfondo de las cosas. El porqué.

B: Usted tiene un plazo establecido para decir que alguien ya no necesita terapia?

M: Uno nunca deja de aprender, Bany Alejandro. Y como el conocimiento, aparte de ser poder, es agotador, no existe eso de no necesitar terapia. Y es fácil darle poderes terapéuticos a cosas o personas que nos hacen sentir bien.

B: Lo arriesgado es cuando hay vicios de por medio. Yo consumo marihuana, por ejemplo. Y sé que está mal el creer que me hace bien o que estoy bien, pero al día de hoy, un porro es lo único que me tranquiliza. Que le da paz a mi mente.

M: Y te has puesto a pensar que, más que un problema, la marihuana es tu solución?

B: Mmmmm no estoy seguro si estoy entendiendo eso de la manera correcta.

M: La marihuana es el medio por el cual vos lográs sentirte bien, sin embargo, lo ves como un problema. Pero, decime, y cuando dejes de fumar marihuana, qué es lo siguiente que vas a consumir para sentirte bien?

B: Creo que ese es el propósito de la terapia. El darme cuenta lo que está mal en mí para no depender de sustancias o de personas.

M: Mi enfoque aquí es que veás tu consumo de marihuana como «tu solución» o «tu escapatoria». La consumís porque te tranquiliza, pero no se ataca el problema que te pone mal, y que, eventualmente, te lleva a consumir.

B: Creo que puedo entender a lo que se refiere.

M: Nos estamos adelantando mucho, sí. El tema de las adicciones es de otro día. Esto es más una plática para conocernos mejor.

B: Y es válido preguntarle un poco la historia de su vida?

M: Mi vida está bien, gracias. La que me interesa es la tuya.

B: Bueno…

[plática de 30 minutos acerca de mi vida]

B: Sí es largo y cansado, verdad?

M: Me gustaría decir, interesante. Cómo te sentís?

B: Es la primera vez que hago esto. Sé que al principio las cosas se van a sentir extrañas, pero estoy acostumbrado a desacostumbrarme.

M: Y empezaste desde el momento que decidiste tomar terapia. No tengo un orden en específico de los temas que vamos a abarcar, crees vos tener en mente algo?

B: La verdad; no sé. Todo es tan abrumante que cuando quiera resolver algo, me voy a saltar a otra cosa. Creo que prefiero que usted tome el control de la conversación.

M: Bueno, vamos a empezar pues… Si te pregunto quién sos, cuál sería tu respuesta?

siempre tengo los rushes de creatividad donde escribo muchas cosas pero pocas salen. no sé si es mi propio autosabotaje o la pereza de mantener esto de la escritura.

y es que a veces escribo y no publico. tengo esos momentos donde leo tres veces lo que acabo de escribir y las dos primeras son: esto está bien

la tercera ya no. le encontré un pero y lo dejo en borrador. actualmente tengo 57 borradores que probablemente no publique en el blog.

tomé este espacio y tiempo para escribir esto. tal vez soy yo hablando en voz alta y tratando de darle sentido a lo que hago.

por el momento, creo que tengo un poema que quiero compartir. estoy practicando ciertas formas de escritura y hay pocas que me gustan. sólo soy yo probando.

o soy [in]disciplinado?

Bany

Septiembre-27-24

abrazar

-te

-me

-nos

me parece curioso cómo el concepto de los abrazos cambia a medida que crecemos. puedo incluso crear un recorrido de cómo la idea y la intención [des] evoluciona al mismo tiempo que nuestro entorno y contexto personal lo hace.

primero soy un niño recién nacido. la primer muestra que tengo del abrazo es el de mi madre o padre. la intención es de cuidar, de proteger. mi fragilidad requiere que la única manera de estar en contacto con alguien sea a través de un abrazo (bonito, no)

crezco y como niño me doy cuenta que si quiero que alguien me alce en sus brazos, tengo que alzar los míos. tengo que pedir un abrazo. y la otra persona tiene que estar dispuesta y preparada para hacerlo bien. porque nadie con buena intención quiere lastimar a un niño. necesitás manos desocupadas para asegurarte que ese niño al que estás cargando esté seguro en tus brazos. otra vez, la intención es de proteger.

se me enseña a dar abrazos como muestras de amor y cariño. «alejandro, abrazá a tu hermana». «alejandro, abrazá a tus tías». «alejandro, abrazá a tu papá». y desconozco el efecto o la intención. solo soy un niño siguiendo instrucciones.

me hago un estudiante y, entre mis amigos, los abrazos tienen una intención de hermandad. «aquí estoy». «aquí estamos».

tengo mi primera novia y los abrazos se traducen a amor, nuevamente. «somos uno».

pero… cómo me abrazo a mí mismo?

sinceramente, no sé. lo más cercano que puedo pensar es en tener frío y tener que cruzar mis brazos entre mí mismo para darme algo de calor.

cuando lloro ausencias en mi vida, lo hago en posición fetal. otro abrazo.

pero ya no es con ninguna de las intenciones que se me enseñaron en el camino. soy mi único conforte, sólo me tengo a mí mismo. es un recordatorio, pues. porque, de qué me voy a proteger, si estoy herido? por qué no se me hace fácil estirar los brazos como cuando era niño y que alguien me haga sentir protegido? es el proceso de madurar? es la forma inevitable de crecer? o sea que entre más crecemos, menos auxilio podemos esperar de los demás?

por qué?

veo a mi sobrino jugar con su pelota. se aburre. me ve sentado en la silla, con mis pies estirados. deja la pelota. camina hacia mí. me estira sus brazos. me dice una de las primeras palabras que aprendió: «mama»

quiere ir con ella. lo abrazo, lo cargo. lo hago sentir seguro. y qué gran responsabilidad que mi sobrino confíe en mí como para cuidarlo en esos pocos metros de camino hacia su mamá. porque él pudo caminar hacia ella, pudo correr. pero, según ha aprendido, conmigo va a estar bien siempre y cuando me estire los brazos. y no está tan alejado de la realidad.

ya aprendí. entonces los abrazos son ese punto de conexión. te abrazo porque me siento seguro, sé que en esos pocos segundos todo va a estar bien. porque me estás protegiendo. y me siento así. recuesto mi cabeza en tu hombro y si tengo que llorar, lo hago. al final y al cabo, siempre y cuando estemos abrazados, todo va a estar bien.

abrazar es proteger. es amar. es recordarnos los unos a los otros que no estamos solos. que hay alguien que decide ser vulnerable y estira sus brazos también. porque de eso se trata el amor, de vulnerabilidad.

voy a abrazar hasta que mis brazos se cansen. y estoy seguro que aún así, van a haber más brazos dispuestos a cuidarme. a dejarme ser vulnerable. a protegerme. a quererme. a abrazarme.

y voy a abrazar fuerte. tal vez así, pierdo el miedo a que el otro lado se suelte.

Bany

Agosto/2/24

los sueños tienen un significado?

y si sí, por qué?

por qué sueño con las personas que ya no están? las extraño? tengo algo que decirles? tengo cosas pendientes que sentir? me quieren decir algo? sólo buscan mi compañía? soy la persona a la que deberían buscar? (si soy el correcto o no, básicamente)

esto claramente, asignándole una presencia mística a las personas y sus vidas. asumiendo que después de la muerte hay otra vida que aún no entendemos.

porque ese es un dilema que aún me queda por resolver… el creer qué pasa después de la muerte. porque al final del día todo lo dejo en «creer». si bien respeto los testimonios de las personas que afirman haber estado muertos y experimentar una luz y sensaciones y tantas cosas. nah, eso es resultado de la actividad cerebral. eso es todo.

pero no quiero convertir esta entrada en un punto de debate científico o religioso. no sé qué pasa después de la muerte, pero si me tocara decidirlo: me gustaría que sí sea un paraíso. uno donde pueda ver a mi alrededor y encuentre a las personas que he perdido en el camino de la vida. abrazarlos por mucho tiempo, preguntarles qué tal han estado, cómo se sienten. explicarles que después de sus muertes, se llevaron una parte de mí cuando tomaron otro camino.

que otras personas los lloraron. que muchas otras los extrañan. que las cosas no fueron las mismas desde que se fueron. que sus ausencias se hacían presentes, una que otra vez (en fechas especiales, peor). que me sentí con miedo e impotencia cuando empecé a olvidar sus voces. que tuve días en los que me habría gustado hablarles y sentir comodidad en sus escuchas y palabras.

y que a pesar de todo, siempre los recordé. siempre añoré sus conversaciones y las pláticas. que siempre estuve pensando en el «nunca los voy a volver a ver». hasta que recordé que podía soñar con ellos.

y que el 22 de abril, la primera noche que me sentí solo en este mundo, deseé verlos a todos ellos otra vez y mencionarles la falta que me hacían. y lo mucho que esperaba volver a verlos.

tal vez ya me respondí las primeras preguntas de este blog. y tal vez sea hora de vivir soñar el momento. serán tiempos extras? tal vez. pero ante tanta incertidumbre, lo mejor es aceptar las ausencias sin olvidarlas, sin reemplazarlas, sin ignorarlas. aceptar que una silla vacía es el equivalente a un lugar vacío en mi corazón y en mi mente.

pero es un espacio ocupado en mis sueños.

y tal vez por eso sueño.

tal vez.

Bany

Julio/26/2024

el tema de expresarme y poner cosas aquí afuera siempre me ha parecido un desafío, en muchos aspectos. la inseguridad de si lo que se está escribiendo tiene sentido, si el lector está abierto a tratar de entender el mensaje, si se usaron muchas palabras o no para comunicar una idea tan simple, entre otras cosas.

creo que el desafío más difícil es estar contento con lo que se publica, salga a como salga. el cuestionamiento de si estamos haciendo un buen trabajo con nosotros mismos, con lo que sabemos y con lo que anhelamos es una lucha constante (y muy personal) que necesita de muchas cosas más que vernos a nosotros mismos en el espejo y cuestionarnos todo.

escribir palabras cualquiera puede. dar un mensaje cualquiera puede. empezar un blog como este, cualquiera puede. la poesía y la escritura no está limitada a una regla de cómo escribir pero, al final del día, si lo que importa es el mensaje, entonces todo lo demás no importa.

ser capaz de escribir mis pensamientos, plasmarlos en un papel o en un blog, revisarme a mí mismo y darle la oportunidad a otras personas de verse en mis acciones, mis palabras y mis formas de ver las cosas (y a las personas) son la oportunidad perfecta para reinventarme, leer en voz alta lo que escribo, cuestionarme si hay algo que tengo que mejorar, algo que tengo que cambiar… algo que tenga que hacer diferente.

un día me dijeron que nacer triste no era mi culpa, pero morir así sí lo era. estoy en ese típico dilema de si la vida es alegre con momentos tristes o si es triste con momentos alegres. no quiero pasar mi vida tratando de averiguarlo, perdiéndome de los momentos tristes y alegres solo por tratar de entender lo que hay ahí afuera y lo que se siente aquí adentro. quiero ser capaz de disfrutar con los míos, llorar con los míos, reír con los míos, morir con los míos recordando que la vida es un día a la vez y esos momentos y esas personas son efímeros, como los sueños donde hablo con mi abuela.

hay muchos cuestionamientos que me dejo para otro día… u otra vida.

Bany

Julio/19/24