poesia y su intento

abrazos

·

abrazar

-te

-me

-nos

me parece curioso cómo el concepto de los abrazos cambia a medida que crecemos. puedo incluso crear un recorrido de cómo la idea y la intención [des] evoluciona al mismo tiempo que nuestro entorno y contexto personal lo hace.

primero soy un niño recién nacido. la primer muestra que tengo del abrazo es el de mi madre o padre. la intención es de cuidar, de proteger. mi fragilidad requiere que la única manera de estar en contacto con alguien sea a través de un abrazo (bonito, no)

crezco y como niño me doy cuenta que si quiero que alguien me alce en sus brazos, tengo que alzar los míos. tengo que pedir un abrazo. y la otra persona tiene que estar dispuesta y preparada para hacerlo bien. porque nadie con buena intención quiere lastimar a un niño. necesitás manos desocupadas para asegurarte que ese niño al que estás cargando esté seguro en tus brazos. otra vez, la intención es de proteger.

se me enseña a dar abrazos como muestras de amor y cariño. «alejandro, abrazá a tu hermana». «alejandro, abrazá a tus tías». «alejandro, abrazá a tu papá». y desconozco el efecto o la intención. solo soy un niño siguiendo instrucciones.

me hago un estudiante y, entre mis amigos, los abrazos tienen una intención de hermandad. «aquí estoy». «aquí estamos».

tengo mi primera novia y los abrazos se traducen a amor, nuevamente. «somos uno».

pero… cómo me abrazo a mí mismo?

sinceramente, no sé. lo más cercano que puedo pensar es en tener frío y tener que cruzar mis brazos entre mí mismo para darme algo de calor.

cuando lloro ausencias en mi vida, lo hago en posición fetal. otro abrazo.

pero ya no es con ninguna de las intenciones que se me enseñaron en el camino. soy mi único conforte, sólo me tengo a mí mismo. es un recordatorio, pues. porque, de qué me voy a proteger, si estoy herido? por qué no se me hace fácil estirar los brazos como cuando era niño y que alguien me haga sentir protegido? es el proceso de madurar? es la forma inevitable de crecer? o sea que entre más crecemos, menos auxilio podemos esperar de los demás?

por qué?

veo a mi sobrino jugar con su pelota. se aburre. me ve sentado en la silla, con mis pies estirados. deja la pelota. camina hacia mí. me estira sus brazos. me dice una de las primeras palabras que aprendió: «mama»

quiere ir con ella. lo abrazo, lo cargo. lo hago sentir seguro. y qué gran responsabilidad que mi sobrino confíe en mí como para cuidarlo en esos pocos metros de camino hacia su mamá. porque él pudo caminar hacia ella, pudo correr. pero, según ha aprendido, conmigo va a estar bien siempre y cuando me estire los brazos. y no está tan alejado de la realidad.

ya aprendí. entonces los abrazos son ese punto de conexión. te abrazo porque me siento seguro, sé que en esos pocos segundos todo va a estar bien. porque me estás protegiendo. y me siento así. recuesto mi cabeza en tu hombro y si tengo que llorar, lo hago. al final y al cabo, siempre y cuando estemos abrazados, todo va a estar bien.

abrazar es proteger. es amar. es recordarnos los unos a los otros que no estamos solos. que hay alguien que decide ser vulnerable y estira sus brazos también. porque de eso se trata el amor, de vulnerabilidad.

voy a abrazar hasta que mis brazos se cansen. y estoy seguro que aún así, van a haber más brazos dispuestos a cuidarme. a dejarme ser vulnerable. a protegerme. a quererme. a abrazarme.

y voy a abrazar fuerte. tal vez así, pierdo el miedo a que el otro lado se suelte.

Bany

Agosto/2/24

Qué querés decir?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *